Parecería que estoy hablando de una fisicoculturista, quienes tienen todo eso también, pero exagerado y rayando en la fisonomía masculina. En realidad hablo sobre las mujeres robustas y femeninas a la vez, esas que muchos llaman "gordas".
Vivimos en una época donde todo, o es blanco, o es negro: Alto-bajito, feo-bonito, gordo- delgado... no hay medias tintas. Eso se ve mucho en nuestra sociedad occidental, especialmente hacia el sector femenino, donde la división es tan exagerada (y hasta distorsionada) que una persona como Victoria Beckham, quien es más huesos que carne, se considera como el standard de belleza en una dama , mientras que una mujer de grandes curvas como Andressa Soares es considerada como "gorda" (sí, como lo leen) por muchos disosiados de la anatomía femenina. Términos como "rellenita" están cayendo en desuso. Se es gorda o se es flaca, más nada. De esta forma, los que vemos perfección y voluptuosidad en la "mujer patilla", somos los disosiados. Yo lo dudo.
Andressa Soares
Pero esto pasa porque somos programados desde pequeños a ver las cosas de la manera en que los dueños de la industria del consumismo lo hacen, para poder vendernos sus productos: Si quieres ser un hombre musculoso o una mujer delgada, debes comprarte una bicicleta de ejercicios y tendrás éxito en cualquier aspecto de tu vida. ¿Qué esperas? ¡Llama ya!.
O peor aún, si engordas serás una bazofia, no tendrás vida sexual, no conseguirás empleo ni podrás salir a la playa, en pocas palabras: la felicidad no estará contigo. Esta premisa es ahora aderezada con el asunto de la salud para mayor efectividad en el mensaje, cuando hay gente que simplemente es robusta por los genes y no porque sea sedentaria o coma en demasía.
Ser delgado o delgada es aplaudible, mientras que ser gordo o gorda es bochornoso, es la simple ecuasión impuesta. Podemos ver esto en la cotidianidad y en películas como Babycake, uno de los pocos casos donde se presenta a una gorda como protagonista, pero que debe afrontar la vergüenza de su novio flaco cuando sale con ella, a pesar de que la ama, por temor a las críticas.
Babycake (USA/1989) |
Es cierto que la gente obesa es más propensa a problemas de tensión arterial y otros asuntos fisicos, pero no toda persona que esté exenta de delgadez es necesariamente "obesa". Entonces nos inyectan repetidamente la visión de que una mujer con más ángulos que curvas y escasez de busto es el modelo de mujer "perfecta". Visión que mujeres (y hombres) buscan por cualquier medio, más allá de lo realista.
En el caso de las niñas, éstas son atacadas a través de sus juguetes y de la televisión. Todas sus heroínas son estrambóticamente delgadas y con cabelleras abundantes y alisadas. El patrón de mujer "Barbie" no se limita a la industria del juguete, también accede a las series televisivas y el internet.
Con esta estrategia, la industria crea nuevas consumidoras de sus cosméticos, ropa y salas de operaciones. Por eso vemos más seguido casos donde las púbers y adolescentes prefieren que les regalen en su cumpleaños una cirugía, antes que una muñeca, celular o bicicleta, con tal de parecerse a sus ídolos imposibles y ser las "populares" de la sociedad (término muy inculcado por las series juveniles yankees).
En este tipo de series juveniles, las populares siempre son las delgadas, mientras que aquellas que no lo son, están entre las marginadas de la sociedad y siempre reciben el papel degradante o antagónico de turno. Los niños y niñas asocian esto y cuando crecen quedan traumados si no se parecen a los personajes que ellos ven como triunfadores. En otros casos, repelen, critican o subestiman a los que se salen del molde.
En el mundo de la animación (y hasta de los videojuegos) esto se ve más marcado. Tanto en el animé, como en el cartoon, vemos también estos estereotipos y discriminación hacia la figura de las gordas. Parece estar terminantemente prohibido tener gorditas en la palestra. A menos que sea un personaje humorístico o haga de némesis, siendo ridiculizada o rechazada tanto por el resto de los personajes, como por los propios espectadores.
Con los hombres son más benevolentes, ya que un gordo igualmente es alguien corpulento y se asume que es fuerte y rudo también, como debería ser un hombre. Por eso veremos más gordos que gordas en muchas producciones. Inclusive, se les permite tener éxito en el amor. Tal vez sea por la teoría de que los hombres son más visuales que las mujeres y en cambio ellas sólo piensan en la personalidad más que en el físico, pero este es otro tema.
Sin embargo, los tiempos cambian y los gustos también. Se han hecho movimientos en contra de la figura anoréxica que se ha implantado estos últimos 50 años y los mismos parecen haberse extendido hacia el mundo de la animación. Aunque aún falta muchísimo trabajo para cambiar el chip mental de las personas hacia otros esquemas de belleza, he podido observar cada vez más la inserción de las gorditas en muchas series. Podría ser sólo para dar variedad al reparto, pero esa variedad es muy agradable y necesaria para los que estamos cansados de lo mismo.
Aún así, muchas siguen siendo secundarias, otras son diseñadas especialmente para causar repulsión y ser humilladas de alguna manera, como si la gordura fuese necesariamente inherente a lo grotesco. Más extraño es que consigan a su media naranja y que se trate del galán de la partida. Son vistas aún como fenómenos de circo, por decirlo de alguna forma. Sin embargo, para mí, muchas de ellas son sencillamente hermosas, sensuales y más humanas que sus congéneres flacas, al menos en el mundo de las caricaturas.
Haruka Hoshiwatari (YAT Anshin!) |
Judy (Candy Candy) |
Hanako (Persona 4, the animation) |
Piromaníaca (Huroshitsuji) |
Leshawna (Total Drama Island) |
Min Chang (Garaga) |
Mirei Yajima (Genshiken) |
Toot Braunstein/Lulú de Cartón (Drawn together) |
Sadie (Total drama Island) |
En fin, ellas deben esforzarse más. El camino todavía es largo para que llegue el momento en que una chica de grandes curvas pueda ser tomada en serio como una protagonista con las mismas aptitudes y capacidades que tienen las otras mujeres a las que nos acostumbraron como arquetipo de belleza femenina. Un día ellas también serán consideradas "normales" o "standard" y ser gorda no será algo despectivo, sino admirable.
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